* “Había quincenas que no sabíamos cómo íbamos a pagarle a los funcionarios, porque no nos alcanzaba el dinero”, fue enfático Oscar Castellanos
“Llegó el momento de contar las verdades. Lo hacemos en este momento porque están las evidencias de cómo recibimos temas tan álgidos, como los de hacienda. Los esfuerzos que tuvimos que hacer para enderezar los problemas financieros fueron sobrehumanos. Entregamos a la nueva administración esa dependencia en las mejores condiciones posibles”, fueron las expresiones del alcalde Oscar Castellanos, a dos semanas de entregar el gobierno.
El mandatario resolvió revelar detalles inéditos de su paso por la administración, durante los últimos quince meses, la que calificó como una experiencia tremenda, muy impactante, pero muy constructiva al final, porque con su equipo de trabajo logró hacer cosas que de entrada, parecían imposibles.
Hoy el Departamento Administrativo de Hacienda, en donde se concentran los recursos del municipio es otra cosa. “Me atrevo a decir que se manejaba como una tienda. Era un completo desorden. Las cuentas no estaban claras. Tuvimos que reconstruir prácticamente todos los procesos financieros, dentro del marco de las normas fiscales que exige la ley”, dijo el mandatario.
Con respecto a las conciliaciones bancarias, Castellanos fue enfático. “Hoy tenemos claridad total sobre el cómo se deben realizar las conciliaciones bancarias sobre los parámetros de los sistemas de información del municipio y todas las cuentas y sus saldos, los que nos permite contar con las certificaciones respectivas. Fue un ejercicio financiero claro y transparente en el que participaron todos y cada uno de los funcionarios de esta área durante la semana, incluso sábados y domingos, durante meses. Funcionarios y contratistas trabajaron discretamente organizando miles de papeles, digitalizando y poniendo al día la información financiera del municipio” precisó.
Castellanos Tabares reconoció que los primeros meses de gobierno al final de 2018 y comienzos del presente año fueron muy difíciles, pero con dedicación y horas intensas de trabajo se pudo ordenar la casa.
“Había quincenas que un día antes no teníamos cómo pagar la nómina de la gente. Eso fue doloroso. Son temas ya superados por fortuna, que ojalá no se vuelvan a repetir”, indicó Castellanos.