Salía el sol en Armenia a las 9 de la mañana del miércoles 23 de noviembre. Al patio del establecimiento penitenciario San Bernardo, uno a uno fueron llegando los 15 reclusos que recibirían su grado como bachilleres académicos, por parte de la institución educativa Inem; allí los esperaban ansiosos amigos y familiares, quienes, con orgullo, veían dibujadas en los rostros de los graduandos las sonrisas que reflejaban ver materializados sus esfuerzos.
Los hombres privados de la libertad manifestaron al Inpec, a la Secretaría de Educación y a sus docentes, un agradecimiento desde lo más profundo de su corazón por generar este tipo de estrategias, a través de las cuales ellos pueden hacer un aprovechamiento de su tiempo mientras se encuentran en esas condiciones, y que, finalmente, se convierte en una oportunidad de vida para cuando recobren su libertad.
Del otro lado de la pared, 16 internas de la cárcel María Cristina se vestían de gala para salir a la ceremonia en la que, de igual manera, recibirían su grado como bachiller. Lágrimas de felicidad brotaban de las caras de ellas y de sus familias, al verlas recibir de manos de sus maestros, y de quienes las han acompañado en este proceso, el diploma que les permite soñar en un futuro mejor.
En cada una de las ceremonias los y las reclusas pudieron compartir con sus familiares un momento de esparcimiento, y celebrar con ellos este nuevo título, acompañados, además, de todos los que hicieron posible este proceso, como directivos, docentes, personal del Inpec, monitores, entre otros.
La invitación desde la Secretaría de Educación es a que continúen con sus estudios para que fortalezcan su proyecto de vida.