El catastro es una política que se viene implementado en el país desde el año 2016, basada en los acuerdos de Paz que el estado colombiano firmó con las Farc.
Asimismo, según explicó Óscar Gil Rojas, coordinador técnico de Catastro del Departamento Nacional de Planeación, desde la entidad, se han realizado estudios para establecer y emitir lineamientos en torno a los diferentes usos de la información producto de la actualización catastral, donde se concluye, entre otros, que no solo es un herramienta para el fortalecimiento fiscal de los territorios, sino que además tiene injerencia y brinda beneficios en temas de titulación a cargo de los alcaldes, insumo para la formulación de los planes de ordenamiento territorial y los estudios básicos de gestión del riesgo.
‘Hay que entender las situaciones de lado y lado, para el caso de Armenia por ejemplo, que tenia una desactualización de casi diez años, es obvio que el catastro está dando esa realidad territorial que también es una realidad económica, es decir, lo que valen los predios actualmente. Aquí lo importante es conocer esa realidad por parte de las administraciones y que a partir de una gestión previa equitativa, se puedan mitigar esos incrementos que por la naturaleza del ejercicio van a tener tanto los inmuebles urbanos como rurales’, puntualizó Gil Rojas.