Dicen que la vida en la calle es difícil, sola y vulnerable. Probablemente Jorge Arturo Villada vivió los momentos más complejos de su vida allí. “Estuve un tiempo tirado en la calle por malas decisiones y malas compañías, por eso estuve donde no tenía que estar”, expresó, desde su nueva condición.
Sin embargo, la vida también está llena de oportunidades, y la historia de Jorge es digna de ser contada. No fue un proceso fácil, pues su recuperación tardó meses. Empezó con la desintoxicación en la Clínica El Prado, con el acompañamiento del grupo del programa de Habitante de Calle de la Secretaría de Desarrollo Social, y después de varios meses terminó su recuperación en el Hogar de La Misericordia.
“Me ayudaron a salir adelante y me enseñaron que ese mundo en el que estaba no servía para nada. Yo voy con ellos de la mano, porque me ayudaron a buscar nuevas maneras de vivir”, explicó Jorge.
Un tiempo después, la vida de este hombre ha cambiado poco a poco. Jorge ahora tiene un trabajo digno y apasionante, junto a animales en el Parque Panaca. Su vida se ha convertido en ejemplo de superación y este hombre, que un día perdió todo y solo deambulaba por las calles sin razón, hoy es un nuevo hombre, viviendo nuevamente con su familia y una moto, la cual recuperó, después de haberla perdido en sus tiempos de habitanza en calle.
Mary Luz Ospina García, jefe de la cartera Social, manifestó que se busca trabajar de la mano con las entidades privadas y los actores sociales de la ciudad con el objetivo de obtener mejores resultados. “Agradecemos a Panaca por vincularse con estas oportunidades laborales con dos personas ex habitantes de calle, y así mismo, por seguir vinculando a otras personas que necesitan un proyecto de vida”, explicó.