A partir de cifras conocidas durante las últimas horas, con relación a la recolección de residuos y la disposición de los mismos, desde Empresas Públicas de Armenia se hace un llamado a la comunidad, toda vez que en lo que va corrido del año se han recolectado alrededor de 2.400 toneladas de basura. El problema es que buena parte de los desechos de los armenios, son recolectados en lugares no estipulados y a deshoras, lo que indudablemente afecta la operación.
“No es suficiente con que los operarios de Empresas Públicas de Armenia realicen su trabajo, además son incansables los esfuerzos para que la ciudad permanezca limpia, las 24 horas, los siete días de la semana y los 365 días del año. El ciudadano del común también tiene una responsabilidad frente a su entorno”, fue la invitación del gerente de Empresas Públicas de Armenia, Jorge Iván Rengifo Rodríguez.
Durante los últimos dos años se recuperaron 41 puntos críticos y a la fecha van 11 en diferentes sectores, una labor que ha beneficiado a gran parte de la población de la capital quindiana.
Según la identificación realizada por el área de aseo de EPA, la ciudad cuenta con 66 puntos críticos de los cuales el 47% se recuperaron con ayuda de la comunidad a través de actividades de barrido, limpieza y siembra de jardines, mejorando las condiciones de seguridad, salubridad y estética. Asimismo, el 32% de estos puntos están controlados gracias al mantenimiento y a los nuevos horarios de recolección demostrando el compromiso de algunos habitantes quienes están sacando sus basuras a tiempo, y finalmente, el 21% continúan siendo neurálgicos debido a la mala disposición que la comunidad le da a los residuos.
Entre los sitios más críticos de Armenia, se encuentran: sector de la Chec; la Boca del Túnel; el lote de recicladores, ubicado en el barrio Álamos; el barrio Berlín, detrás de Hierros de Occidente; la carrera 19 con calle 32; la carrera 12 con calle 24; el sector del Palacio Episcopal; el coliseo del barrio La Patria; el pasaje de la Universidad del Quindío; y el Ara del barrio Bosques de Pinares. A pesar de que el carro recolector pasa todos los días, se evidencia que a los pocos minutos de quedar el espacio totalmente limpio, nuevamente los habitantes contaminan el lugar.
Pese al esfuerzo y dedicación de los operarios y a las campañas de cultura ciudadana que se realizan desde la empresa prestadora del servicio, la tarea no ha sido fácil y le corresponde a la comunidad hacer su aporte disponiendo los residuos en los horarios establecidos. Solo de esta forma se conseguirá una ciudad más limpia y por lo mismo libre de enfermedades de transmisión por vector. “La labor más compleja ya se está haciendo, ahora es tarea de todos colaborar con los horarios y no hacer concentración de desechos. La limpieza de la ciudad es un compromiso común. Es necesario contar con el acompañamiento no solo de la comunidad sino de la Policía, con el fin de hacer efectivo el comparendo ambiental y que de esta forma se pueda mantener la ciudad limpia”, ratificó el gerente de la entidad.