Desde hace 17 días, Laura Sofía Orozco Rincón cuenta con un computador portátil en la casa donde reside en el barrio Simón Bolívar de Armenia. Ella es una de los tres hermanos que han pisado las aulas de la Institución Educativa Bosques de Pinares, ubicada en un medio de una comunidad vulnerable, y la primera de su casa en ser beneficiaria de un programa nacional donde tienen injerencia los Ministerios de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y el de Educación. El apoyo de esta herramienta llegó a sus manos en tiempos de aislamiento preventivo y se benefician ella y su hermana menor, que cursa noveno grado.
Al inicio del año escolar en la rectoría de la Institución Educativa Bosques de Pinares “recibimos un correo del Ministerio de las TIC instruyendo sobre el diligenciamiento de información a fin de entregar una dotación de 'Computadores para Educar', por lo que estaba feliz, pero al llegar el aislamiento obligatorio mis ilusiones mermaron” mencionó Amparo Herrera Árias, rectora de la institución.
Dice que se sintió muy alegre y sus ojos se inundaron de llanto de pensar que, sus niños tan vulnerables, pudieran tener estos equipos … en instantes en su mente surgió la pregunta ¿Cuándo sería esto?
Días más tarde llegó una sorpresa por medio del operador 472. El 8 de mayo recibieron 50 computadores para estudiantes y 5 para docentes destinados a la sede Simón Rodríguez y el día 14 del mismo mes, llegaron 114 equipos para alumnos y 5 para profesores de la sede Bosques de Pinares.
Uno de estos últimos portátiles fue entregado a la personera estudiantil Laura Sofía Orozco Rincón, destacada estudiante del grado 11, luego de cumplir una serie de protocolos y en calidad de préstamo, sin conocer aún la fecha de devolución del mismo.
En manos de un experto en herramientas TIC
Para el caso de estos 164 computadores destinados a estudiantes y 10 reservados a los profesores, la ´inspección´ reposó en el docente de tecnología e informática de la sede Simón Rodríguez; Antonio Ruiz Vélez, responsable del tema en materia técnica.
“Adelanté varias jornadas de organización, adecuación, optimización y verificación del estado de los equipos para la entrega a los acudientes beneficiarios entre quienes diligenciaron la solicitud”. Verificó que estuvieran en perfecto estado, sin daños ni defectos para que el adulto responsable no tenga inconveniente alguno, una vez sea el momento de regresar este bien del Estado.
“La entrega de esos equipos buscó hacerle al estudiante más significativo el proceso de aprendizaje, aunque no todos tuvieron acceso, ni todos están llevando los mismos procesos, quienes si los requerían y tenían internet para seguir los procesos virtuales iban a poder, al igual que sus compañeros, realizar los procesos educativos, avanzar en las áreas, presentar las actividades, ver un progreso, un avance en su formación y así evitar factores desmotivantes sumados al estrés de esta crisis y de la cuarentena” explicó el profesor.
Indicó que “la entrega se hizo a estudiantes que lo requería empleado un protocolo establecido para garantizar la óptima condición de cada equipo, que requería contar con el sistema operativo funcionando, así como el software respectivo y los programas requeridos para la labor educativa”.
Actualmente, el docente Ruiz Vélez tiene contacto con los acudientes y con los estudiantes de quienes llevaron los equipos para hacerles seguimiento, garantizar su buen estado y buen uso y apoyarlos en caso de dificultad con el equipo y solucionar problemas técnicos.
De su vida
A sus 16 años, Laura Sofía ha estudiado y obtenido las mejores calificaciones, dice su madre Miryan Rincón, ama de casa y líder comunal.
La joven, quien desde el sexto grado adelanta estudios en la IE Bosques de Pinares, “siendo una destacada estudiante” según la rectora de plantel, está muy alegre y agradecida por contar con la oportunidad de tener este equipo “que me permite realizar las tareas a tiempo, de la mejor manera posible, usando recursos educativos innovadores y aprendiendo cada vez más”.
Ella, a quien se le percibe una actitud valiente ante la vida cuenta que, en marzo, cuando dejó de asistir a clases y ocurrió la migración hacia la virtualidad, fue un duro cambio y tuvo que sobreponerse, pues no tenía la herramienta para continuar sus estudios, de la forma que la pandemia imponía.
Por ello, se entusiasmó cuando la coordinadora del plantel educativo y el profesor del área de tecnología le indicaron que podría participar de un programa de acceso a un computador prestado firmando un acta de compromiso y cuidando el equipo. Todo por ser una de las mejores estudiantes.
Ya en sus manos el portátil además de hacerla sentir bien, “por el voto de confianza”, asegura la menor, “es una herramienta útil para cualquier grupo familiar, en este caso el mío” y el ejemplo palpable de la manera en que un programa nacional llega hasta lugares humildes, con innumerables carencias “para beneficiar a muchos como yo”.
Laura Sofía quiere que la gente conozca que su gratitud es inmensa.