• El interés general prima sobre el particular: “a los empresarios los respetamos, protegemos y apoyamos, pero deben cumplir con la reglamentación y no poner en peligro, con su operación, la vida de los ciudadanos”, dijo Oscar Castellanos Tabares

El alcalde de Armenia Oscar Castellanos Tabares, impartió instrucciones precisas para que los derechos fundamentales de la comunidad del barrio Las Acacias, como el sagrado derecho a la vida, estuviera por encima de toda consideración, al evidenciar que la operación de una empresa en medio de ese populoso sector, podría poner en peligro a los vecinos de la Carrera 21 con 48 de la capital quindiana.

Se trata de una empresa de fabricación de comestibles (Quincraf), ubicada en la zona desde 2008, pero que progresivamente fue creciendo hasta convertirse en una planta de procesamiento de papas fritas y pasabocas en general. Los propietarios de la compañía legalmente constituida, fueron adquiriendo algunas casas aledañas de la Urbanización Patricia hasta convertir el sitio en una industria que de acuerdo con las quejas de los vecinos, pone, al parecer, en riesgo la integridad de las familias que habitan allí.

“El ruido, el olor a gases, la grasa en el ambiente, los camiones y en general, el latente peligro de una potencial explosión, no nos deja vivir en paz”, argumentó la comunidad.

Después de cumplir con todo el proceso legal respectivo que duró varios meses, como medida preventiva, cumpliendo la revisión de los requisitos, Castellanos Tabares ordenó el operativo respectivo, para establecer si las repetidas denuncias tenían el debido sustento, dispositivo que fue acompañado por efectivos de la Policía Nacional (CAI Los Naranjos).

Los peligros latentes

En la visita cumplida en las últimas horas, en la que se involucró la Secretaría de Salud, la dirección de Planeación Municipal, Secretaría de Tránsito, liderada por su competencia, la Secretaría de Gobierno estableció que la compañía no estaba cumpliendo con lo referente a la seguridad (plan de contingencia y extintores), en caso de un potencial incendio, teniendo en cuenta que la empresa maneja combustibles altamente inflamables, calderas, aceite a altas temperaturas y gases. El dictamen lo entregó un inspector del Cuerpo de Bomberos de Armenia.

En la misma inspección se comprobó que Quincraf no cuenta con la respectiva autorización por parte de Planeación Municipal, para el uso del suelo, teniendo en cuenta que la industria se encuentra operando en suelo residencial, y si bien los abogados de la compañía argumentaron una pre-existencia (2008), antes de ser aprobado el Plan de Ordenamiento Territorial en 2009, los representantes legales no subsanaron los exigentes requisitos que establece la norma, por lo tanto, la factoría no está autorizada para funcionar allí, desde su óptica, dijo Diego Fernando Tobón Gil, director del Departamento Administrativo de Planeación Municipal.

En consecuencia, la empresa tendrá que suspender sus actividades a partir del jueves 10 de octubre, por un espacio de cinco días. El proceso fue trasladado a la Inspección Tercera de Policía de Armenia, a cargo de Jhon Jairo Sánchez, quien tendrá que decidir, en derecho, si la falta de cumplimiento de los requisitos, entre ellos, como no contar con el del uso del suelo, son suficientes para ordenar un cierre definitivo, toda vez que no cuenta con un plan de regularización, aprobado por Planeación Municipal, por lo tanto no pueden desarrollar la actividad económica sin este requisito que es insalvable.

“Si bien tienen un uso del suelo emanado por una Curaduría Urbana. La actividad económica que lo cobija es incorrecta. A través de Planeación Municipal se le instó a los empresarios a buscar un traslado perentorio de la planta, con el fin de no afectar la operación económica, dejando claro que en la actual sede, ubicada en zona residencial de Las Acacias no es posible de ser aprobado el uso del suelo, porque la norma prohíbe funcionar una industria de esa categoría en medio de cientos de familias”, puntualizó Tobón Gil.