Por estos días, en los colegios de la ciudad, la Administración Municipal viene adelantando jornadas pedagógicas a cargo de las Comisarías de Familia, con acompañamiento de la Policía Nacional, en las que, además de realizar monitoreo a los estudiantes, se les está contando las consecuencias penales que conllevan los delitos como el hurto, el porte y tráfico de estupefacientes, entre otros.
En caso de que el estudiante sea mayor de 14 años, y sea sorprendido portando sustancias alucinógenas o traficando en una institución educativa, se llama a los padres de familia o acudientes para que se hagan responsables de esta conducta y se les aplique el respectivo comparendo.
El objetivo de la jornada no es tomar represalias sobre los estudiantes, sino prevenir y hacer un llamado de atención frente a las consecuencias penales que conlleva el tener un comportamiento contrario a la ley.