Durante dos años, en palabras que él mismo pronuncia, Diego Alexander Villa Rojas se la pasó “tirando indigencia, viviendo de la limosna y hasta robando en la calles de Armenia”. Estaba sin rumbo, y la Alcaldía, a través de su programa de Habitante de Calle, le dio la oportunidad de empezar su proceso de superar su situación, a lo que él accedió.
Empezó su recuperación en el Hospital Mental de Filandia, donde estuvo tres meses. Al salir, llegó a la Casa Hogar La Misericordia, donde durante seis meses terminó sus estudios en el Rufino José Cuervo Sur. También, sacó su cédula nuevamente, pues la había perdido en tiempos de calle.
Después de todo este proceso, resultado de la articulación de la Alcaldía con diferentes entidades e instituciones, a Diego se le presentó la oportunidad de laborar en Panaca, donde actualmente trabaja en la Estación de Ganadería.
“Muchas gracias a la Alcaldía y a la familia Panaca, por ser parte de este proceso y de mi cambio, por ser comprensibles conmigo y muchas personas más que lo intentan”, enfatizó Diego.
Desde la Fundación Panaca, Isabel Cristina Bonilla, coordinadora de Seguridad y Salud en el Trabajo, reconoció la importancia del trabajo en conjunto entre el sector público y el sector privado. En palabras de ella, aparte de ser un proyecto bonito, se contribuye con volver hacer personas, por medio del sentir que genera el compartir con animales.