Luego de pasar 32 años de sus 57 de vida rodando por las calles de Armenia, Blanca Niria Córdoba Villamuel hoy descansa tranquila. La Placita Campesina es el proyecto de vida que soñó siempre y el lugar donde dice ella “si Dios quiere y los armenios nos ayudan, vamos a salir adelante”. Blanca vive en las Acacias Bajo con sus 3 hijos, dos mujeres que son amas de casa y un hombre que trabaja como oficial de construcción. “A mi familia la levanté con las ventas ambulantes; fueron muchos años de sacrificio porque nos ha tocado voltear mucho, pero por fin estamos acomodados, aquí tenemos sombra, techo y un lugar tranquilo” afirma. Nunca es tarde para hacer las cosas bien y doña Blanca en ese sentido está muy tranquila pues ya es una vendedora formal, término que hace gala del trato que siempre les ha dado a sus clientes. “Nosotros ya hicimos la tarea, solo falta que los armenios nos colaboren, porque si siguen comprando en la calle se pueden ganar un comparendo y además están apoyando la ilegalidad, mientras nosotros que decidimos empezar a ayudar con el orden de Armenia estamos aquí esperando que la gente venga a apoyarnos”. La placita es un lugar seguro con vigilancia privada y pública, que garantiza la tranquilidad de vendedores y compradores. Esta seguridad le permite a Blanca llegar desde las 7 de la mañana y cerrar a las 8 de la noche. Su sueño familiar dice, es sacar a sus hijos adelante, y del personal comenta: “poderme estar aquí tranquila porque para mi edad es muy difícil estar por ahí en la calle de un lado a otro, eso es lo que quiero”.